Trastornos de alimentación
Los Trastornos de la Alimentación cada día son más frecuentes y más preocupantes en nuestra sociedad actual.
Son desórdenes complejos que comprenden dos tipos de alteraciones de la conducta:
- Unos directamente relacionados con la comida y el peso.
- Otros derivados de la relación consigo mismo y con los demás.
Aunque aparecen alteraciones graves en la conducta alimentaria, siempre existe un conflicto psicológico causa de esta alteración, que debe ser la base del tratamiento.
TRASTORNOS DE LA ALIMENTACIÓN:
- Obesidad.
- Anorexia nerviosa.
- Bulimia nerviosa.
- Trastorno por atracón
1. OBESIDAD:
Anteriormente se consideraba a la persona con sobrepeso como una persona que gozaba de buena salud, sin embargo ahora se sabe que la obesidad tiene múltiples consecuencias negativas en salud.
La obesidad es un trastorno o enfermedad caracterizada por exceso de grasa corporal que altera la salud del individuo y que en muchas oportunidades lo pone en riesgo de desarrollar una enfermedad crónica como:
- Enfermedades cardíacas.
- Diabetes.
- Derrames cerebrales.
- Artritis.
- Hipercolesterolemia.
- Gota.
- Síndrome de la apnea del sueño.
- Hipertensión arterial.
- Ictus.
- Algunas formas de cáncer.
- Etc.
También:
- Depresión. (Unido a esto se producen sentimientos de culpa, autoestima baja y sentimientos de ineficacia, esto favorece en muchas ocasiones el abandono y el fracaso en las dietas).
- Ansiedad.
- Rechazo social. (En muchas ocasiones la persona obesa es objeto de burlas y marginación).
- Dificultades laborales y sociales.
- Etc.
La evidencia sugiere que se trata de una enfermedad con origen multifactorial: genético, ambiental y psicológico entre otros. La obesidad es el trastorno más frecuente de las sociedades desarrolladas.
Según el origen de la obesidad, ésta se clasifica en los siguientes tipos:
• Obesidad exógena:
Mayor ingesta de calorías que las que el cuerpo gasta.
Menor actividad física que la que el cuerpo necesita.
• Obesidad endógena:
Disfunción de los sistemas endocrinos o metabólicos.
Hipotiroidismo, síndrome de Cushing (incremento de la hormona corticol), hiperinsulinismo, síndrome de ovario poliquístico (frecuentemente en mujeres jóvenes), hipogonadismo (disminución de la hormona testosterona en hombres), etc.
En el 95% de los casos se trata de una obesidad exógena, es decir, desencadenada por una ingesta excesiva para el nivel de gasto energético. Sólo un 5% es una obesidad endógena, o lo que es lo mismo, originada por patologías orgánicas, algunas de ellas hereditarias.
2. ANOREXIA NERVIOSA:
La anorexia nerviosa consiste en una alteración grave de la conducta alimentaría que se caracteriza por el rechazo a mantener el peso corporal en los valores mínimos normales, miedo intenso a ganar peso y una alteración de la percepción del cuerpo.
Las personas que padecen de anorexia tienen una imagen distorsionada de su cuerpo (se ven muy gordos, aun cuando presentan un estado de extrema delgadez.), por tanto, también sería un problema de percepción de sí mismo, en este caso, autopercepción corporal distorsionada.
En la Anorexia Nerviosa se distinguen dos subtipos:
• Anorexia restrictiva: Aquella en la que se restringe severamente la alimentación (especialmente aquellos alimentos que contienen carbohidratos y grasa) y/o se realiza un excesivo ejercicio físico.
• Anorexia compulsiva purgativa: Aquella en la que se alternan periodos de restricción con atracones que se compensan con vómitos, laxantes y/o diuréticos.
Síntomas:
- Rechazo a mantener el peso corporal por encima del mínimo adecuado para la edad y talla del enfermo.
- Adopción de dietas, que dan a la persona enferma sentimiento de poder y control.
- Posee un único objetivo, “ser delgado”.
- El carácter es hostil e irritable.
- Obsesión por la imagen, la báscula, los estudios y el deporte.
- Sobreviene la depresión.
- Miedo al aumento de peso o a la obesidad incluso cuando el peso se encuentra por debajo de lo recomendable.
- Distorsión de la apreciación del peso, el tamaño o la forma del propio cuerpo.
- En las mujeres, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos en el plazo previsto (amenorrea). Los anoréxicos pueden experimentar una serie de síntomas muy variados: estreñimiento, amenorrea, dolor abdominal, vómitos, etc.
- Estreñimiento.
- Dolor abdominal.
- Vómitos.
- Constante sensación de frío.
- Preocupación excesiva por la composición calórica de los alimentos y por la preparación de los alimentos.
- Restricción progresiva de alimentos.
- Preocupación por la imagen y la figura.
- Abundancia de engaños, trampas y mentiras para evitar las comidas.
- Hiperactividad.
Consecuencias clínicas:
- Reducción de las pulsaciones cardiacas.
- Aparición de arritmias que pueden derivar en un paro cardiaco.
- Baja la presión arterial.
- Amenorrea, ausencia de menstruación.
- Disminución de la masa ósea.
- Disminución de la motilidad intestinal.
- Anemia.
- Aparición del vello llamado «lanudo», en la espalda, los antebrazos, los muslos, el cuello y las mejillas.
- Estreñimiento crónico.
- Sensación constante de frío por la disminución del gasto energético.
- La piel se deshidrata, se seca y se agrieta.
- Coloración amarillenta en las palmas de las manos y las plantas de los pies por la acumulación de carotenos en las glándulas sebáceas.
- Las uñas se quiebran.
- Pérdida de cabello.
- Problemas con los dientes y edemas periféricos. Hinchazones y dolores abdominales.
3. BULIMIA:
Bulimia: Viene de la palabra griega que significa pasar hambre en exceso o tener hambre de Buey.
La bulimia es un desorden alimenticio causado por la ansiedad y por una preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico.
La persona afectada generalmente es consciente de que su patrón de alimentación es anormal y puede experimentar miedo o culpa asociada con los episodios de ingestión excesiva de alimento y purgas.
Las personas que padecen bulimia son incapaces de dominar los impulsos que les llevan a comer, pero el sentimiento de culpa y vergüenza tras ingerir muchos alimentos les lleva a una purga (vómitos autoinducidos o empleo de laxantes o diuréticos o ambos), regímenes rigurosos o ejercicio excesivo para contrarrestar los efectos de las abundantes comidas.
Hasta el momento se desconoce la vulnerabilidad biológica implicada en el desarrollo de la enfermedad y son más conocidos algunos factores desencadenantes relacionados con el entorno social, las dietas y el temor a las burlas sobre el físico que producen desarreglos en la ingesta de alimentos del enfermo, con periodos de compulsión para comer, con otros de dietas abusivas, asociado a vómitos y la ingesta de diversos medicamentos (laxantes y diuréticos).
El comportamiento bulímico se observa en los enfermos de anorexia nerviosa o en personas que llevan a cabo dietas exageradas, pero la bulimia no produce perdidas de peso exagerada.
En esta enfermedad se pueden distinguir dos subtipos:
• Tipo purgante: Regularmente se autoinducen el vómito o hacen mal uso de laxantes, diuréticos o enemas, u otros purgantes (medicamentos que, a través de sus efectos químicos, sirven para aumentar la eliminación del contenido intestinal). Efectos “positivo” de vomitar: Desaparición del malestar físico y también disminuye el miedo a engordar.
• Tipo no purgante: Utilizan otros comportamientos inapropiados, como ayunar o realizar ejercicio físico excesivo, (a pesar de estar lesionados o presentar alguna enfermedad física) en vez de adoptar comportamientos purgantes para reducir la absorción calórica de cantidades excesivas de alimentos por parte del cuerpo.
COMPLICACIONES GRAVES DE LA BULIMIA Y ANOREXIA:
Complicaciones debidos a los vómitos provocados:
- Engrosamiento glandular (área cuello).
- Caries, erosión de la raíz dental, pérdida de piezas dentales.
- Desgarramiento esofágico.
- Esofagitis crónica.
- Inflamación crónica de la garganta, dificultad para tragar.
- Espasmos estomacales.
- Problemas digestivos.
- Anemia.
- Alteración del balance electrolítico.
- Problemas gastrointestinales e hipopotasemia o hipokalemia (concentraciones bajas de potasio en sangre).
Complicaciones producidas por abuso de diuréticos:
- Hipokalemia (descenso del nivel de potasio).
- Disminución de los reflejos.
- Arritmia cardiaca.
- Daño hepático.
- Deshidratación.
- Sed.
- Intolerancia a la luz.
Complicaciones por el abuso de laxantes:
- Dolores abdominales no específicos (cólicos).
- Intestino perezoso (colon catártico).
- Mala absorción de las grasas, proteínas y calcio.
Síntomas:
- Se comienza con dietas para mejorar el aspecto físico.
- El deseo de comer alimentos dulces y ricos en grasas es muy fuerte.
- Los sentimientos de ira, cansancio, ansiedad, soledad o aburrimiento provocan la aparición de ingesta compulsivas.
- Después de un acceso se siente una gran culpa o se ensayan diferentes métodos para eliminar lo ingerido (vómitos provocados, laxantes, etc.).
- Ansiedad o compulsión para comer.
- Vómitos.
- Abuso de medicamentos laxantes y diuréticos.
- Seguimiento de dietas diversas.
- Deshidratación.
- Alteraciones menstruales.
- Aumento y descensos de peso bruscos.
- Aumento de caries dentales.
- El hábito se arraiga.
4. TRASTORNO POR ATRACÓN:
Normalmente realizamos algún que otro atracón a lo largo de nuestra vida, (en bodas, banquetes, reuniones, navidades, cumpleaños, comidas de empresa, etc., donde ingerimos más cantidad de alimentos de lo habitual) sin embargo, esta conducta se transforma en un Trastorno de la Alimentación cuando se da una pérdida de control y cuando ocurre periódicamente.
El Binge Eating o Trastorno por Atracón es un Trastorno de la Alimentación que se caracteriza por atracones recurrentes en los que no existe conducta compensatoria inapropiada típica de la Bulimia Nerviosa (por ejemplo: autoinducción del vómito, abuso de laxantes u otros fármacos, ayuno y ejercicio físico excesivo).
Para que podamos realizar un correcto diagnóstico del trastorno por atracón deben darse los siguientes criterios (según la clasificación internacional DSM IV):
• Episodios recurrentes de atracones.
Un episodio de atracón se caracteriza por las dos condiciones siguientes:
1. Ingesta, en un corto período de tiempo, de una cantidad de comida definitivamente superior a la que la mayoría de las personas podría consumir en el mismo tiempo y bajo circunstancias similares.
2. Sensación de pérdida del control sobre la ingesta durante el episodio (por ejemplo: sensación de que uno no puede parar de comer o controlar qué o cuánto está comiendo).
• Los episodios de atracón se asocian a tres o más de los siguientes síntomas:
- Ingesta mucho más rápida de lo normal.
- Comer hasta sentirse desagradablemente lleno.
- Ingesta de grandes cantidades de comida a pesar de no tener hambre.
- Comer a solas para esconder su voracidad.
- Sentirse a disgusto con uno mismo, depresión, o gran culpabilidad después del atracón.
- Profundo malestar al recordar el atracón.
- Los atracones tienen lugar al menos dos días a la semana durante seis meses.
- El atracón no se asocia a estrategias compensatorias inadecuadas (por ejemplo: purgas, ayuno, ejercicio físico excesivo) y no aparecen exclusivamente en el transcurso de una Anorexia Nerviosa o una Bulimia Nerviosa.
Después del atracón llega el sentimiento de culpa, vergüenza, depresión y falta de control. Y aquí se origina un círculo vicioso. Hay ansiedad, luego se presentan los atracones; sigue la culpa y la vergüenza, lo que genera más ansiedad y frustración, y el atracón vuelve a presentarse.
Muchas personas comentan que comen más o que comen demasiado cuando tienen problemas psicológicos, por ejemplo: cuando se sienten solas, tristes o estresadas.
Algunas personas manifiestan que su trastorno por atracón está desencadenado por estados de ánimo disfóricos, como depresión o ansiedad. Otros sujetos no se ven capaces de identificar desencadenantes concretos, pero sí pueden manifestar una sensación inespecífica de tensión, que el atracón consigue aliviar. Otro grupo de personas otorga una cualidad disociativa al atracón que experimenta como una sensación de embotamiento o de estar drogado. Pero también hay muchos individuos que pasan todo el día comiendo sin horarios ni desencadenantes definidos.
Frecuentemente, las personas con este trastorno utilizan el atracón como una forma de huir de sus emociones, para llenar un vacío interno o para evadir el estrés, la angustia y el dolor.
También hay casos en que el trastorno por atracón se intenta inconscientemente poner una separación entre la persona afectada misma y los demás («como soy gordo/a, no les gusto a los demás y nadie se me acercará»). Sin embargo, al mismo tiempo suelen ser personas necesitadas de cariño y, como en el caso de la bulimia nerviosa, el atracón puede ser utilizado como un «autocastigo» por no estar satisfechas consigo mismas.
En la Clínica Hipnos tratamos todo tipo de trastornos asociados a la alimentación.
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